sábado, 1 de marzo de 2014

esculturas y algo de espacio



Cuenta una leyenda china la historia de dos amantes que jamás logran reunirse. Se llamen Noche y día. en las horas magicas del atadecer y el amanecer los amantes se rozan y estan a punto de encontrarse, pero nunca sucede. Dicen que si prestas atención puedes escuchar sus lamentos y ver el cielo teñirse del rojo de su rabia.

la leyenda afirma que los dioses tuvieron bien a concederles algún instante de felicidad y por eso ceraron los eclipses, durante los cuales los amantes logran reunirse y hacer el amor.

tu y yo también esperamos nuestro eclipse. Ahora que hemos comprendido que ya nunca volveremos a encontrarnos, que estamos condenados a vivir separados, que somos la noche y el día.


de escrito en servilletas II

El verano es una estación triste en la que nada crece. Quién no prefiere el mes de diciembre pese a la amargura que provoca la felicidad ajena; incluso la establecida crueldad de abril es mil veces más estimulante. La canción del verano es siempre la peor canción del año. El amor de verano es un subgénero de amor, del gran amor que nunca podrá tener lugar en verano. Hablan de lecturas de verano, noches de verano, viajes de verano, bebidas de verano y con ello queda implícito un sutil desprecio. Nuestro amor no está hecho para el verano. Nuestro amor no conoce vacaciones.

jarrones, fruteros...whatever






de escrito en servilletas

“¿Qué te gustaría hacer realmente en la vida?, me preguntaron en una entrevista de trabajo. Yo respondí: Me gustaría vivir en una habitación con una ventana que diera al ras de la calle. Desde esa ventana me contentaría con mirar a la gente que pasa, observar el fragmento de su vida que discurre ante mis ojos y luego verlos desaparecer. Por sus caras supe que no era el empleado que estaban buscando.”