domingo, 27 de abril de 2014



La tarde me absorbe escuchando el último de disco de The war on drugs. Envolvente, lo suficientemente denso, y evocador, ya que todavía me hace recordar aquella tarde en Barcelona cerca del puerto, acompañado de desconocidos y escuchándole a él. Su "best night" era el claro ejemplo de que aquel momento debía ser perpetuo.